La tasa de actividad emprendedora (TEA) en Cantabria comienza su recuperación, aumentando un 25,6% con respecto al 2013. Como en España, la TEA en 2014 aumentó siendo de 4,9 aunque sigue manteniéndose por debajo de la modesta cifra de España de 5,5. El peso relativo de los emprendedores con proyectos nacientes casi igual al de aquellos que han sido capaces de convertir el proyecto naciente en nuevo, y ha sido precisamente debido a estos, que prácticamente se han duplicado, los que explican el aumento final de la TEA cántabra.
La mayoría (52,7%) de las iniciativas emprendedoras cántabras se siguen creando por algún tipo de oportunidad, a pesar del aumento en las iniciativas creadas por la necesidad. La búsqueda de una mayor independencia es el principal motivo que subyace bajo el impulso de emprender por oportunidad en Cantabria.
La edad media de los emprendedores en fase inicial en 2014 es de 43 años. La distribución es similar a la del ejercicio anterior, donde el mayor porcentaje lo presenta el grupo de edad comprendido entre 45 y 54 años. Sin embargo, son nuevamente los rangos de edad menores, entre 35 y 44 e incluso entre 25-34 los que se manifiestan más propensos a emprender. Esto implica que en Cantabria hasta ahora el emprendedor tenía cierta experiencia antes de poner en marcha un negocio pero que en el futuro esta realidad puede cambiar. La mayoría de los emprendedores, en la etapa inicial, son varones, duplicando la tasa femenina, 67,3 frente al 32,7 en 2014. El 52,1% tiene secundaria y tan solo el 40,8% manifiesta haber recibido formación específica para emprender. A pesar del aumento del emprendimiento por necesidad el 51,6% son del mayor nivel de ingresos.
La mayoría de las iniciativas emprendedoras en Cantabria (46,9%) se sitúan en el sector orientado al consumo. La inmensa mayoría de las iniciativas emprendedoras cántabras presentan una dimensión de microempresas. Las expectativas de creación de empleo en los próximos 5 años para las iniciativas emprendedoras parecen estabilizarse pero son más favorables en las consolidadas. La mayoría se considera no innovadora en cuanto al producto o servicio que ofrece pero ha aumentado el porcentaje de aquellas que se consideran algo innovadoras (24,4% frente 15,4%). Tan sólo el 14,6% cree no tener competencia en su mercado. La mayoría usa tecnología de más de 5 años para producir sus bienes y servicios pero se ha triplicado el porcentaje de aquellas que la tienen de última generación y la mayoría sigue sin exportar, aunque ha mejorado ligeramente la situación con respecto a 2013.
Las necesidades de financiación en términos del capital medio necesario para iniciar un proyecto emprendedor en Cantabria en 2014 estaban en 41.743 euros. Los datos del capital semilla obtenidos indican que éste varía entre los 500 y los 100.000 euros. La mediana se sitúa en 36.456 y la moda se mantiene en 100.000, lo que significa que los proyectos iniciados en la región siguen siendo más ambiciosos que en España donde la moda es de 20.000. En Cantabria el 4,9% de la población ha actuado como inversor informal (topo Business Angel) en los últimos tres años, duplicándose la cifra de 2013.
El porcentaje de cántabros que percibe la existencia de oportunidades para emprender sigue en aumento, especialmente entre aquellos que están involucrados en un proceso emprendedor.
En opinión de los expertos, entre las condiciones del entorno que favorecen el emprendimiento mejor valorados se encuentran el acceso a la infraestructura física y los programas gubernamentales.
En el año 2014, los mismos cuatro factores que en 2013 obtuvieron una valoración por debajo del 2,5, lo que implica no llegar al aprobado. Estos son: la transferencia de I+D, la política fiscal y burocracia, la educación emprendedora en etapa escolar y la financiación.
Según los expertos, el principal obstáculo para emprender en Cantabria, así como en España, es la falta de apoyo financiero pero el porcentaje de expertos que lo consideran como tal ha disminuido a más de la tercera parte.
Entre los factores que según los expertos más apoyan el emprendimiento se encuentran las normas sociales y culturales, las políticas gubernamentales y la educación y formación. Por último, en lo referido a los factores que los expertos recomiendan que podrían favorecer y promover la actividad emprendedora destacan nuevamente: las políticas gubernamentales, la educación y formación y las normas sociales y culturales.
Global Entrepreneurship Monitor. Informe Ejecutivo GEM-Cantabria 2014 (Fernández, A.; Hernando, G.; Palazuelos, E.; Pérez, A.; Rueda, I.; Sánchez, L. y San Martín, P.), Cátedra Pyme-Universidad de Cantabria, Santander (ISBN 978-84-608-4583-6).